Flora y fauna

Nuestra flora y fauna

La preciosa flor de la jara

  • La conjunción de factores topográficos, climáticos y edáficos, unidos a la mano del hombre, ha dado lugar a diferentes áreas medioambientales. Una visita a Aldeaquemada implica la inmersión en un variado grupo de ecosistemas relacionados entre sí a muy poca distancia.
  • La vegetación se caracteriza por su enorme heterogeneidad, abundando en la parte central y septentrional los bosques mixtos de encinas y alcornoques con abundante matorral mediterráneo en el que son frecuentes los madroños, los perales o los labiérnagos acompañados de jaras y romeros.
  • Del mismo modo podemos encontrar pinares de repoblación al SO del término municipal, constituidos por dos especies de pino, el piñonero y el negral. La zona central, alrededor de la población, se cubre de parcelas de cultivo de olivar que alternan con zonas cerealistas.
  • Además de esta vegetación, en los ríos y arroyos de este espacio protegido se encuentran espléndidos ejemplos de bosques de ribera, entre los que destacamos los del río Guarrizas, que presentan un excelente estado de conservación. El Guarrizas nace en plena Sierra Morena y atraviesa el término municipal.
  • A unos 2 Km., antes de llegar al pueblo y a 1 Km., desde Aldeaquemada en dirección al paraje de La Cimbarra, encontramos unos espléndidos bosques de galería o ribera formados por alisos, fresnos y algunos chopos. Por extraño que parezca en esta zona, incluso se puede encontrar de manera esporádica el arce. El sotobosque de arbolillos también lo componen especies como los majuelos, sargas e higueras, además de zarzas, arbustos de tamujos, adelfas, juncales y ranúnculos acuáticos.
  • La fauna de Aldeaquemada, rica y variada, es la típica de Sierra Morena, destacando como especies emblemáticas el conejo, la liebre, el ciervo y el jabalí. Entre los depredadores de tamaño medio abundan el zorro y la gineta.
  • La variedad de ecosistemas -bosques mediterráneos y de ribera, zonas adehesadas, paredones y cornisas, etc.- propician la presencia de una abundante avifauna entre la que destacan el avión roquero, ruiseñores, currucas capirotadas. Numerosas rapaces nidifican en el término, destacando algunas parejas de la en peligro de extinción águila imperial, buitre leonado, águila perdicera y el búho real.
  • En el medio acuático existen hasta cuatro especies de peces autóctonos: barbo, boga, cachuelo y calandino.
  • Además la buena salud ambiental de este río da cuenta de la presencia, aunque escasa y difícil de observar de la nutria. Del mismo modo es necesario destacar la presencia de tritones en la vega del Arroyo de la Cueva, especie que sólo habita en las aguas más limpias y puras
  • El visitante podrá observar en las inmediaciones del Río Martín Pérez cómo los jabalíes han pasado la noche escarbando en el suelo con su duro hocico en busca de lombrices. A finales de septiembre podremos escuchar desde lo alto de La Plaza de Armas, el berrido sobrecogedor de los ciervos en celo retando a sus posibles adversarios en el apareamiento.
  • Por citar un par ejemplo más (si tenemos la suerte de llegar en cualquier atardecer veraniego por la carretera de Castellar y coincide que no haya pasado ningún coche antes), veremos a los conejos saltar alegremente en los montículos adyacentes. Esto es una estampa que también se puede repetir a finales de la primavera con las perdices rodeadas de perdigones, sus polluelos corredores que corren y regatean a unas velocidades de vértigo.
  • En resumen, una visita a Aldeaquemada es un contacto irrepetible con la naturaleza. Es imprescindible que recordemos que la gran mayoría están protegidas, por lo que siempre y por encima de todo será nuestro primer afán el de respetar su hábitat natural, porque ellos se quedarán viviendo allí después de nuestra visita.